miércoles, 4 de mayo de 2011

MENSTRUACIÓN


Por esa época estaba muy metido en Sade; Recién había adquirido un volumen de obras selectas en el Sanborn’s, de esos de $129.00, tenía a Justina, Julieta, Filosofía de tocador y Los 120 días de Sodoma, todos buenos, comprendí la genialidad del viejo libertino, ese cabrón si sabe bien que pedo con el hedonismo…y con la comedia. Ella estaba menstruando, me pareció bueno debido a la posibilidad de no condón y eyacular dentro, lo amo. Aparte ella accedió a tener relaciones conmigo aunque fueran esos días, es muy linda y comprensiva, la quiero, otras mamonas no te dejan divertirte cuando su chocho sangra, ¡qué pinches delicaditas! Estábamos en el hotel, ella me dijo que necesitaba entrar a rasurarse, pues no tenía idea de que nuestra cita sería tan romántica. Entró al baño con el rastrillo que habíamos comprado junto con el ron sabor mandarina según recuerdo, yo me serví una copa y prendí la tele, sintonicé porno. La espíe, se metió a la regadera y comenzó a afeitarse las piernas y su cotochita, se me paró la verga, comencé a jugar con mi pajarito. Me prende un chingo espiar a las mujeres bañándose. Cuando salió del baño estaba lista para la acción, limpió los rastros de menstruación de su chochito (en serio tiene un chochito pequeño, le duele mi verga, pero a mí me fascina, está bien pinche apretadito y delicioso.) Puse en el indispensable iPod algo sensual y erótico: Sexy Results de los Death From Above 1979, en serio esa canción está pensada para coger, la amo. Comenzamos con el juego previo, creo que la recosté boca abajo, le quité la toalla, y le di un masaje en su espaldita, le besé las nalgas abriendo mi boca, se las dejé todas babeadas, la volteé y le chupe las tetas, me fascinan sus tetas, están bien grandotas, y sus pezones indescifrablemente cafés o rositas, del tamaño ideal, ah como me fascinan, siempre procuro chupárselas o tocarlas, aunque estemos estacionados en la escuela, de hecho cuando me la ligué fue por los deseos de poseer esas exuberantes tetas. Bien, comencé a bajar mis labios por su abdomen. Le pregunté qué si me dejaría intentar un experimento. Me preguntó qué cuál, le dije que quería beber su menstruación, realmente andaba muy clavado en Sade, lo autorizó, en serio esa mujer es lindísima y súper comprensible, la quiero mucho. Su menstruación, a diferencia de toda la que había visto hasta ese momento, no era grumosa ni purpurea, era sangre rojita muy líquida, como de esa, de cuando te estás sacando un moco muy grande y rompes algo dentro de tu nariz y comienza el borboteo de sangre. Qué menstruación tan linda, igual que ella. Comencé mi misión, primero coloqué mi lengua  sobre su clítoris separando sus labios con mis dedos, aún no probaba el líquido vital, mi lengua masajeó su clítoris por unos minutos, hasta que me armé de valor y deseo y bajé, fue por esa parte de Sexy Results, donde comienza el juego de cencerro, el cencerro de esa canción me parece excelentemente logrado, me llena de lujuria escucharlo, toda la canción en sí. Mi lengua se deslizó hasta esa pequeñísima y deliciosa aberturita, el líquido hizo contacto conmigo, sabía a fierro, pero estaba rico aun así, mi dedo entro por su chochito en busca de más, la sangrita brotó mientras yo seguía bebiendo, hacía una cucharita con mi lengua, y cuando se acumulaba la cantidad necesaria la tragaba, claro, antes de hacer buchecitos, estaba bien pinche excitado, puse mis labios en forma de pico de pato, los pegué a su orificio y absorbí, de reojo podía ver sus ojos cerrados y cara quizá de placer (le preguntaré), también veía esas carnosas montañas, vibrando al movimiento de mi cabeza, subí la mano con la que no estaba abriendo sus labios y me puse a juguetear con sus pezones alternadamente. Esto sí es verdadero amor de vampiros, no como esas puterías de la saga crepúsculo: pensé mientras seguía bebiendo hasta procurar limpiar toda esa regla liquidita, cuando satisfice mi sed, subí para besarla y continuar jodiendo, me dijo qué me lavara los dientes sí la quería besar, fui al baño, pero no tenía ni cepillo ni pasta, así que tomé la botella de Ron y enjuague mi boca con la bebida sabor mandarina, obvio no escupí, me pasé el licor con restos de menstruación, también me enjuague la barba y el bigotillo, ya que estaba algo pegajoso, lo bueno es que ese magnífico y acidito olor me acompañó todo el día, mágico. Regresé más enamorado de ella y la besé apasionadamente. Jodimos, jodimos 3 veces, es una especie de regla entre nosotros, siempre que salimos con la disposición de follar lo hacemos 3 veces, no importa lo pinche briagos que estemos, las 3 cogidas reglamentarias, cuando estoy muy pedo como para eyacular, me ayuda haciéndome una puñeta o una mamada, lo hace hasta que se me salen todos los espermatozoides, sí se cansa cambia de mano, siempre me hace eyacular, las 3 veces por cita,  es una mujercita muy gentil y linda, la quiero.  Aquella vez no fueron necesarias las puñetas: me vine dentro las 3 veces, no tenía probabilidad de paternidad, aparte de que me gusta un chingo coger cuando hay menstruación de por medio, se siente bien pinche rico toda esa humedad en mi longaniza. De esa experiencia casi canibalesca (esa sangre era un ser humano en potencia) me queda un muy grato recuerdo, y me siento muy orgulloso conmigo mismo, hice de lo más fácil de Sade, pero aún así Sade, esa noche le rendí un buen tributo a mi héroe y agregué a mi repertorio el llamado beso del payaso, también desde ese día, cada vez que escucho esa canción de Slayer, pienso en ella; esa canción que dice más o menos así: “I'll kill you and your dreams tonight/ Begin new life/ Bleed your death upon me/ Let your bloodline feed my youth.” Y vaya que ella sabe cómo alimentar mi juventud, es bastante linda y la quiero muchísimo.      

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