jueves, 18 de octubre de 2012

SUEÑO LÚCIDO



Estás encapsulada en mi santuario,
Donde el tiempo se trasgrede a sí mismo,
Se disuelve en espasmos entrecortados
De epiléptico trastornado.
Destellas tanta seducción y realidad
Como el anhelo de trascender
O como los prefijos tras en estos versos.

Te apuestas en mis esperanzas
Como mediocre asesina a sueldo.
No aferres tus uñas esmaltadas a lo imposible,
Esta noche eres la reflexión de mis fantasías,
Conocerás mi delicada violencia
Y mi pueril onanismo onírico,
¡Oh! Dulce y sensual extraña.

Nos introducimos en el preludio carnal,
Somos dos personajes impacientes
En el teatro de la lujuria;
Sólo el tacto y el gusto nos dirigen.
Invertimos las consonantes del sueño lúcido
Con el deseo de volverlo lúdico

Estamos exentos de peaje
En las autopistas del placer,
Me arrastro millas en tu fino cuerpo
Me cortejas con tus suspiros de Jazz suave
Mientras te ofrendo esta humilde y  tierna violación
Al son de la absenta y el bondage.



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