martes, 1 de abril de 2014

VISIONES II

Postrado en la cama. Enfermo. Mi incapacidad ahogándome de vida. Tullido. Los órganos croando, crujiendo.  Fiebre. Dolor. Mi cuerpo supurando infecciones por cada fosa. Una masacre acontece en mi interior. Un país, sangriento, petulante, sádico. Hermoso. Quiero gritar, bailar, cantar. Nunca he sentido tanta vitalidad recorriendo mi cuerpo. Todo funcionando como maquinaria de reloj burgués. Hacer un inventario de mis órganos, nervios, mis venas. La enfermedad que irremediablemente crea una concepción de mí como un todo enorme.  Ente frágil. Diminuto. Efímero. Próximo a perecer.

No hay nada. Una oscuridad acurrucada, fetal, de la que nace un resplandor (Dígase un feto dentro de un feto).  Todas las posibilidades desplegadas como un mazo de naipes. ¡Cógeme! Recorre mi tísica piel. Estamos condenados desde la concepción, (adhiérase un feto más a la fórmula ( opcional)). Siéntete enferma, mi princesa. Que un sublime río de pus recorra tus intestinos con gracia de ballet. Cágate en la cama. Siente el todo. Hipersensibilización.  Saborea tu enfermedad con el mismo éxtasis que mi verga en tu chocho. No eres nada. No fuiste. ¡Ja!, no serás

No hay comentarios:

Publicar un comentario