Todos escogen su propio infierno: manicomios,
prisiones, hospitales, fábricas, corporativos, oficinas, tribunas; mismo
infierno, diferente ornamento. Mira fijamente el radiante destello en los ojos
de tu hermano cuando oprimas el gatillo. Rojo. Una parcela de percutores. Los
cañones mimando tu sien. Cien sienes. Los egos como pirañas caníbales nadando
en su caldito de ácido nítrico. Filtrando, respirando el plomo en el oxígeno.
Branquias con bronquitis. Hasta que todos los valores expiraron. Una libertad
despejada de toda culpa brilló en cada corazón. Todos recién nacidos. Bebitos
lindos. Todos fueron demasiado tímidos como para dirigirse la palabra. Todos
fueron muchísimo más de lo que pudieron aparentar. Todos fueron carcomidos
lentamente por una saludable envidia. Los hígados enfermaron del más inhumano
de los sentimientos más humanos. Nos volvimos misóginos. Creamos Dioses y
metanfetamina. Besos y retretes. Humanidad ocre. El sueño terminó.
Archivo del blog
-
▼
2014
(12)
- ► septiembre (1)
-
►
2013
(18)
- ► septiembre (2)
jueves, 10 de abril de 2014
martes, 1 de abril de 2014
VISIONES II
Postrado en la cama. Enfermo. Mi incapacidad ahogándome de
vida. Tullido. Los órganos croando, crujiendo.
Fiebre. Dolor. Mi cuerpo supurando infecciones por cada fosa. Una
masacre acontece en mi interior. Un país, sangriento, petulante, sádico.
Hermoso. Quiero gritar, bailar, cantar. Nunca he sentido tanta vitalidad
recorriendo mi cuerpo. Todo funcionando como maquinaria de reloj burgués. Hacer
un inventario de mis órganos, nervios, mis venas. La enfermedad que
irremediablemente crea una concepción de mí como un todo enorme. Ente frágil. Diminuto. Efímero. Próximo a
perecer.
No hay nada. Una oscuridad acurrucada, fetal, de la que nace
un resplandor (Dígase un feto dentro de un feto). Todas las posibilidades desplegadas como un
mazo de naipes. ¡Cógeme! Recorre mi tísica piel. Estamos condenados desde la
concepción, (adhiérase un feto más a la fórmula ( opcional)). Siéntete enferma,
mi princesa. Que un sublime río de pus recorra tus intestinos con gracia de
ballet. Cágate en la cama. Siente el todo. Hipersensibilización. Saborea tu enfermedad con el mismo éxtasis que
mi verga en tu chocho. No eres nada. No fuiste. ¡Ja!, no serás.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)