viernes, 19 de agosto de 2011

BOLSILLOS TRAIDORES


 ¿Dónde estoy?
Incertidumbre máxima,
el aire se respira denso,
la oscuridad me rodea,
las pupilas reacomodándose,
lentamente se nutren de tinieblas,
el techo está a centímetros de la cama,
el techo almidonado,
soportado por cuatro paredes  sofocantes.
¿Estoy muerto?
…Entonces, ¿Por qué tanta percepción?
Las cuatro paredes mutilándome,
burlándose de mi nulidad,
jactándose de una perra sobriedad.
Sus carcajadas como cortaplumas en tímpano.
¡Grito, aúllo, lloro!
La enervante reverberación.
Ese eco,
que se cuaja y se exalta en los seis muros de terciopelo.
Ese eco,
que me aniquila y me sustituye con sus ondas.
Ese eco,
Que se ablanda y me expande en sus caprichos.
Ese eco,
Ese maldito eco.
Y yo rasco el techo,
rasco hasta las uñas laceradas:
 destrozadas en fulgores de sangre,
 desmanteladas en tiritas de tiempo.
 desabridas como un -te quiero-.
  
Busco en mis bolsillos por serenidad.
Busco en mis bolsillos por esperanza.
Busco en mis bolsillos por sólo una oportunidad.
Por la libertad del plomo en la sien.
Por la exquisita cicuta en el paladar.
Por la emancipación  del hierro en el cuello.
Nada…
La tela fría,
Bolsillos secos,
bolsillos chupados,
bolsillos traidores.
Sólo me queda el juego de la espera,
Tarareando una dulce canción de cuna.

domingo, 14 de agosto de 2011

NEURÓTICOS ANÓNIMOS ANÓNIMOS


Me gusta salir a caminar sin rumbo, es terapéutico. Es una bien lograda forma de meditar, de olvidarme por unos momentos de mi completa insignificancia, ordenar ideas, presentar cadenas de pensamientos plenamente ligados, decodificar todo ese mosaico de imágenes aleatorias en la construcción de un relato o una pieza musical. Es relajante, te dejas llevar, los pies recortando el viento por inercia propia, tomando las calles sin la precaución del destino: la armonía de la soledad. Los parques con niños disfrutando una cascarita, las bancas con enamorados compartiendo helados y labios, los árboles arrojándome su aire emancipado de combustibles incompetentes. Y el trinar de los pájaros, muy King Crimson. Sí, estoy bien conmigo mismo.
Una de esas caminatas reflexivas me instauró en un cartel sutilmente pegado al muro de la biblioteca delegacional. “¿Sufre ansiedad, depresión, soledad, insomnio, estrés? Nosotros podemos ayudarlo. Llame al Tel. 555-etc. o visítenos en etc.” me identifiqué con esos bonitos desordenes de baja autoestima, sabía que sería un torpe grupo de superación personal y optimismo, risible, sin embargo saqué mi teléfono móvil y fotografié el cartel. Supongo que con la misma inercia de los pies en las caminatas purificadoras. 
Pasaron unos días o quizás semanas hasta que recordé que sufro depresión y esas cosas de eterno adolescente, (creo que no  sufro realmente pero soy snob, me gusta pensarme Ian Curtis). En fin, busqué la dirección y me marché sin previo aviso, el teléfono no es lo mío, me harta. Llegué al sitio, una casa común y corriente salvo por un letrero que sentenciaba: “N/A Neuróticos Anónimos”  reflexioné un poco sobre dar el siguiente paso, casi desistí, pero esa pinche inercia me poseyó, mi índice se hospedó sobre el timbre. Un par de ojos verdes se asomaron por una pequeña compuerta que se abrió. Me cuestionaron: “¿qué se le ofrece?” “estoy triste y loco de la mente, soy el príncipe de los pendejos” contesté, una vez más presa de la inercia. La puerta se abrió dejando ver a la suculenta propietaria de esos ojos: Delgada, sólo un poco más bajita que yo, pelirroja, hermosa y sabrosa. Me condujo a su oficina.
Llegando pude notar un libro de Jack Kerouac a media lectura sobre el escritorio y un tocadiscos viejo que reproducía un LP de Los Velvet Underground con la calidez del buen acetato. Me enamoré de ella al instante. Siempre he tenido la tesis de que el amor verdadero surge de la semejanza entre gustos musicales y literarios de la pareja, seamos realistas, nada forja más la personalidad, la moral, filosofía, el carácter y el nivel intelectual de una persona que sus gustos literarios y musicales; es por demás sabido que la literatura y la música es lo único en la perra vida que vale la pena. ¡Lo único! Las personas que no están preocupadas por la música y/o la literatura están muertas por dentro, son estúpidas en la mayoría de los casos, dan asco y deben perecer. (Reguetón y best-sellers de autoayuda no entran en la clasificación de música y literatura …tampoco Benedetti )    
Se presentó, se llamaba Paulina, me gusta ese nombre, me entrevistó sobre los motivos de mi visita. Al tener el precedente de sus gustos musicales y literarios, entendí que ella no creía en ese grupo de embaucadores, le dije lo que  quería escuchar:  “Yo no creo en estas mamadas, estoy aquí porque supuse café gratis,  yo creo en Satanás y me gustan los charcos y comer controles remotos, y soy un brujo practicante de ocultismo y comediante de Stand-Up” ella rió y contestó “A ver, cuéntame un chiste” “No” le respondí con frialdad y voz seca. “Creo que tu eres de los verdaderos nuestros. Sabes, esta prueba es para determinar si vas a los Neuróticos Anónimos Anónimos o te quedas con los pendejos de Neuróticos Anónimos”  Me dijo, yo me saqué de pedo y pregunté con mi voz más estúpida y espontanea: “¿Neuróticos Anónimos Anónimos?”  “lo que leíste en ese cartel era cierto, somos una organización sin fines de lucro en pro de la verdadera emancipación espiritual, las juntas y demás pendejadas es una capa para no dejar ver nuestros verdaderos métodos de liberación de todas esas tensiones. Hay mentes que necesitan diversos métodos para alcanzar la felicidad, a quienes las tontas terapias grupales no les funcionan simplemente porque no creen en ellas, te supongo uno de esos”  “sí, también me gusta Velvet y eso.”  “¿Tienes idea de cómo es que eliminamos los problemas de ansiedad y soledad?” negué con la cabeza mientras subía mi labio inferior. Ella se paró repentinamente de su escritorio, se desabrocho el pantalón dejando ver una rica tanga con una carita feliz adelante y me dijo con voz cachondona: “placeres sensuales” Se me heló la pinche sangre y quedé paralizado unos momentos, por primera vez en mi vida escuchaba la respuesta que quería, por primera vez en mi vida las situaciones pornográficas irreales de mi mente se materializaban, me abalance de rodillas hacia la bella Paulina, con la ansiedad del niño que abre un obsequio, arranqué la tanga utilizando los dientes revelando una fina capa de vellosidad rojiza, estaba en el paraíso, lengüeteé esos deliciosos labios vaginales de un rosado de amanecer despejado, esa cotocha me supo a miel, a flor madura, a purificación espiritual, a toda-mi-vida-en-un-segundo. Toqué esas nalgas: misma parte suavidad misma parte firmeza, la inercia se apoderó otra vez de mi ser, volteé a la bella Paulina con la finalidad de besar cada centímetro de sus glúteos, mi lengua se deslizó con la sutileza de un agente infiltrado de la CIA hacia su ano, lo lamí lascivamente intoxicado, sentía la lindura de una fina y casi imperceptible capa de vello, hice taquito mi lengua para penetrar en ese rinconcito pasional: tenía el ano de terciopelo, me saturé de su culo. Sus tetas eran de buena medida, copa 32-B calcularon mis manos eruditas, cabían perfectamente en ellas, sus pezones rosaditos, pequeños pero muy erectos, de chupón para que entiendas. Los lamí hasta que brotó algo con la textura de la savia y el sabor del dulce de leche. No soporte más, la cargué de a cartón de chela y me la cogí con una furia pasional como nunca, en serio nunca había estado tan pinche caliente en mi vida, mi verga estaba purpurea y las venas se sentían a punto de reventar, tanta fue mi pasión que desgraciadamente sólo aguanté cogiendo entre 2 y 3 minutos, me dejé venir dentro, mi semilla del mal retacándola, es de esas mujeres a las que no me importaría embarazarlas, sería el más grande honor que fuera la madre de mis hijos, podría consagrar mi vida a rendirle culto a esa sublime Diosa sin pensarlo siquiera 2 veces. Me avergoncé por mi fallido desempeño sexual, me dijo: “no te preocupes, lo he disfrutado. Además la tarde es joven.”  Mientras me extendía una pastilla azul, la ingerí con confianza total sin hacer ninguna pregunta, le requerí un vaso de agua para hacer bajar la pastilla. Me alcanzó una Corona bien helada (Estoy en el paraíso) la píldora hizo que mi verga se parará y se pusiera purpurea, una vez más a punto de explotar, sin esperar los 15 minutos de recuperación; supuse que era viagra, cogimos de inmediato, está vez duré entre los 20 y 30 minutos reglamentarios, excelente sexo, ella arriba de mí todo el tiempo, sentada moviendo la cadera frenéticamente, apretándome la reata fuertemente con sus paredes interiores, yo hipnotizado con el rítmico sube y baja de sus exquisitas tetas, mientras mis manos no se despegaban de ese culo más que para lo mero necesario: propinar una enérgica nalgada. Otra vez explote dentro de ella, deseando con todas mis fuerzas embarazarla.   
Nos vestimos y me explicó detalladamente la filosofía de los Neuróticos Anónimos Anónimos con un Marlboro Light en la boca: “Nosotros, como asociación, creemos en la libertad espiritual y psicológica mediante el disfrute del cuerpo, los sentidos es la única fuente de realidad palpable, es por medio del deleite de ellos que el humano puede llegar a conocerse, a encontrar un centro de paz, a formarse un halo espiritual,  a crear una convivencia con sus semejantes basada en el placer como fin: entiéndase que no ocupamos a los otros como objeto, ya que el placer también está en el proporcionar placer a tu amante, dos fines en sí en busca de un fin común: placer, el culto a la carne y a las percepciones. La carencia de placeres, el rechazo social, la alienación, la co-dependencia, son los verdaderos entes de sufrimiento y de catálisis de enfermedades psicológicas. Los Neuróticos Anónimos Anónimos buscamos la verdad y la estabilidad emocional por medio de los goces sensoriales, dejando a un lado las relaciones frías, de intolerancia, de discriminación, bien común para todos sin sobrepasar la integridad del otro, básicamente eso es lo que persigue esta asociación: la libertad espiritual por medio del goce sensorial. ¡ji ji! y hasta rima” Esa vieja era una pinche sabia, me dio la respuesta que tanto había añorado toda la vida, yo, por mi parte simplemente pregunté: “¿tienen orgías?”, Paulina me contestó: “puedes apostar el culo” Pasamos a una especie de trastienda, rodeamos la habitación donde se llevaban a cabo las reuniones para los débiles mentales, y llegamos a este cuarto donde había unas treinta personas bebiendo y cogiendo, Paulina llamó la atención de los libertinos y me presentó. Después me susurro al oído: “adelante, eres libre de coger con quien quieras siempre y cuando ella o él lo aprueben.” “Ella,ella” recalqué para que supiera mi posición sexual meramente hétero. Había buenas mujeres, hermosas mujeres, también había unas cuantas feas, pero todas tenían algo antojable. Me dirigí hacia Paulina y le dije: “¿Cogemos?” ella rió, y me dijo en tono sarcástico: “Parece que alguien se está enamorando”  pero aceptó.
Regresé regularmente a Neuróticos Anónimos Anónimos, el ambiente era limpio, todos los miembros procurábamos pruebas de enfermedades sexuales cada semana, había un verdadero ambiente de amistad y fraternidad, por primera vez en mi vida me sentí humano. Yo  participaba activamente en las pedas-orgías, siempre seleccionaba a Paulina en cuanto estaba disponible, había veces en que otras mujeres me seleccionaban, yo aceptaba sin importarme lo feas que eran, lamentablemente tenía que rechazar las propuestas de los compañeros hombres, soy incurablemente heterosexual. Tengo que aceptar que el ver a Paulina cogiendo con otros me irritaba, y en cuanto inevitablemente lo notaba corría a los brazos de cualquier otra mujer en un acto más que de placer, de despecho, a Paulina no le importaba. Hacer el amor con Paulina era muy hermoso, teníamos una química increíble, nos conocíamos tan bien sexualmente, nos leíamos la mente mutuamente, adivinando los caprichos románticos del otro. Después de terminar, regularmente nos quedábamos recostados, por horas y horas platicando, adentrándonos en el mundo y ser del otro. Era mi alma gemela.
Pasaron unos cuantos meses hasta que paso la desgracia: me enamoré perdidamente de Paulina, me era inconcebible pensarla sin mí; esa mujer era todo lo que esperaba de la vida, ya no necesitaba a nadie más, no me importaban los placeres carnales que pudiera dejar de tener con las otras, sólo Paulina reinaba en mí. Dejé de asistir a las orgías, pretextaba cualquier contratiempo, me era simplemente imposible ver a Paulina con otro, me conozco perfectamente: hubiera ocurrido un episodio ultraviolento, digno de nota roja, si llegaba a ver a mi Paulina en los brazos de otro, seguía frecuentándola, pero nuestras citas ocurrían en hoteles por lo general, también visitábamos con regularidad la Cineteca, Pau era una cinéfila declarada, yo por lo regular dormía en las películas, visitábamos cafés, charlábamos toda la noche, en fin nos vivíamos en actividades recreativas, ella me decía que me quería mucho, me recordaba lo especial que soy y esas cursilerías que le dan sazón a la vida. Me decidí, le declaré mi amor.
“Eres incomparable, eres la mujer más pinche perfecta que he conocido, Tu eres yo, los momentos junto a ti, no sé, son tan chingones, eres inteligente, bellísima, eres la pinche vieja más buena y hermosa de la puta tierra. Me es imposible hacer una lista detallada de tus virtudes. Yo sé que sientes lo mismo que yo, lo noto, estamos destinados a estar juntos, somos el perfecto complemento. Sé que sonará burgués, pero ya no necesito sexo con nadie más que tú, estoy listo, quiero que seas la madre de mis hijos. Quiero esa reinvención diaria que generas en mí, me mutas mujer, me revitalizas, muñequita. Me haces ser todo lo que puedo ser. La vida sin ti no tiene puto sentido, soy tu esclavo, soy tu amo, somos nuestro todo, bebé. Quiero adherirme a ti, quiero homogeneidad. Quiero amor burgués, quiero ser tu burguesito, déjalo todo por mí. El placer está en nosotros, nuestra unión es el paraíso, vida… Déjame terminar, estoy inspirado, mi musa. La que todo lo puede. Sin ti soy plastoso, soy insípido, eres mi motor. Moldéame, me gustará. Pégame pero no me dejes. Invítame a morir en tu más secreto interior. Moriría por ti, me oyes, Moriría por pinche ti. Bien Pau, ¿Qué dices mi cielo, lo intentamos y nos aventuramos a la formalidad, a representar y conservar el sistema con nuestro amor, a desligarnos de tanto epicureísmo insensato? Puedo decir con cada fibra de mi purulento ser y roñoso espíritu esto: ¡¡¡TE AMO, TE AMO, TE AMO!!! Ahora pierdo mi humanidad, me vuelvo un fascista, la siguiente pregunta es un destello de mi anhelo de poder de mi asquerosa humanidad, de mi vomitiva humanidad, me odio tanto, qué me has hecho, mujer. Me aburguesas, lo sé, pero lo digo de entrañas para afuera:    ¿Me harías el hombre más puñeteramente feliz del perro mundo, honrándome con el magno privilegio de tu mano en matrimonio, hasta morir diabéticamente juntos a los 81?  …Bien Pau ¿Qué dices?”

***

Privatizaré tus caricias.
Te encerraré en mi locura.
Te alimentaré con lágrimas rotas, Chocotorros y reliquias
¿Quién soy?
¿Quién es este pendejo harapiento?
Yo sólo me reconozco reflejado en tus ojos,
en nuestros besos de Válium,
en las sonrisas escarchadas
Y, especialmente
en todos esos revólveres disidentes.

martes, 2 de agosto de 2011

ETS


No se trata de encontrar culpable:
Desgastarnos en réplicas descontinuadas,
alojarnos en sentimientos telenovelescos,
trasnochándonos en el éter de la empatía,
estacionándonos en un  discurrir membranoso.
Tengo jabón neutro, loción antiacné,
infusiones aromáticas, pomadas mentoladas.
etc. etc. ets.

Colores de transmisión sexual;
calores de transmisión sexual
fríos, como látex en la piel.
Somos abejas lascivas,
somos flores sifilíticas,
somos camas vivas,
somos charcas tísicas.

-Qué comience la celebración-

¡Alabado seas, aborto!
¡Alabado seas! Con tus cadáveres chancrosos
¡Alabado seas! Con tus retinas negras-negras
¡Alabada seas! sobredosis antigastríticas
¡Alabado seas! Misoprostrol vaginal
¡Alabado seas, santo Cytotec! ¡Alabado!

Nuestra belleza, como yonquis
Nuestra juventud, como vírgenes:
jóvenes, como en clase de biología
jóvenes, como sarampión de mosca
bellos, como axolotes alpinistas
bellos, como mermelada de uva.

Mata un feto.
¡Mátalo, mátalo!
… ¡Mátalo, mátalo, MÁTALO!
Puede ser el próximo Hitler.
O peor aún…
El próximo Jesucristo.

Y  mis sábanas se quedan envenenadas,
el veneno del amor,
la cicuta carnal,
el arsénico pasional,
la ponzoña del querer:
Es en mis huevos,
es en mi verga,
es en mi testa. 

Es divertido ser asesinado fortuitamente a los 24,
se siente chistoso.